miércoles, 24 de diciembre de 2014

Mr. Turner, pinceladas de un genio en el séptimo arte

"Mr. Turner" llega a las carteleras de los cines comerciales durante estas Navidades con el prestigio que le dan los premios obtenidos en varios festivales, como el de Cannes o el Europeo de Sevilla, aunque la verdadera prueba de fuego se presenta ahora, con el gran público palomitero que suele llenar las salas en estas fechas tan propicias para consumir, comer, volver a consumir, y de paso, entre una cosa y otra, ver alguna que otra película en el cine.


Avisados quedáis desde estas líneas: ni es una película cualquiera, ni es tan fácil apreciar la verdadera genialidad del largometraje... Y es que, la cinta audiovisual dirigida por Mike Leigh refleja la vida del pintor británico Joseph Mallord William Turner (1775-1851), conocido como "el pintor de la luz" que hizo famosos sus paisajes y fue precursor del impresionismo.

La película narra la vida de este pintor excéntrico, de duro carácter, pero con una especial capacidad para mirar y saber luego trasladar la belleza de su entorno a los cuadros que pinta en su casa, en la que reside junto a su padre y una ama de llaves con la que mantiene una relación algo singular.



Cine europeo en toda regla que busca transmitir al espectador el mundo interno de este pintor, que no dudó incluso en atarse a un mástil de un barco para captar la fuerza del mar y la naturaleza durante una tempestad. Así era Turner. Cerrado. Gruñón. Tosco. Pero con una sensibilidad especial para las artes pictóricas que lo hicieron convertirse en uno de los pintores más reconocidos, y a la vez incomprendido, de su época.

Quizás, una de las genialidades de esta película sea precisamente eso, la capacidad del director para transmitir esa belleza de la obras de Turner, a través de una fotografía espectácular en cada plano de la cinta. Solo por eso ya merece la pena ver esta cinta de 149 minutos en la que Dick Pope, el director de fotografía, ha realizado un trabajo digno de alabar.

Como digna de alabar es también la interpretación magistral de Timothy Spall en el papel de Turner. Pocos diálogos, pero una puesta en escena en la que capta completamente el carácter del pintor. De hecho, el actor ya cuenta con varios premios por su interpretación. 

LO MEJOR: la fotografía
LO PEOR: se hace larga, y no solo por las dos horas y media de duración