sábado, 16 de mayo de 2015

El John Lennon del "grunge"

With the lights out it's less dangerous / here we are now / entertain us / I feel stupid and contagious / here we are now / entertain us
Smells like teen spirit, 1991. Nirvana 

Conocí a Nirvana en el radiocasete de casa, allá por los inicios de los años noventa cuando aún apenas tenía capacidad para entender qué era todo aquello. Mi hermano ponía su música a todas horas y los temas de aquellos tres intrusos liderados por un rubio de ojos azules me comenzaron a ser habituales.


Su música, desde luego, marcó a toda una generación, la llamada "Generación X" -que no es la mía, por cierto- aunque la estela que dejó su cantante llega hasta nuestros días. El siempre joven, rubio, enigmático y atractivo Kurt Cobain se convirtió en leyenda a los 27 años, cuando de un disparo en la cabeza, se suicidó para pasar a los anales de la música como el autor de una serie de canciones que marcarían lo que la prensa especializada denominó como "grunge". El periodista David Fricke de la revista Rolling Stone ya habló por aquel entonces de que perdían "a su John Lennon". 

Ahora, más de 20 años después de aquel 5 de abril de 1994 en el que Cobain pasó a la historia, acaba de publicarse un documental, el primero autorizado por la familia, en el que el director Brett Morgen descubre la otra cara de este chico de ojos azules, el lado más oculto e íntimo de un ídolo de masas que murió víctima de su propia fama.

La cinta, titulada "Cobain: Montage of heck", narra a lo largo de más de dos horas de duración, la vida de Kurt desde su propia infancia hasta sus últimos días gracias a la colaboración de quienes estuvieron más cerca de él, sus familiares y amigos próximos. Sus padres, su hermana Kim Cobain, su viuda Courtney Love, su primer amor Tracey Marander o el bajista del grupo, Krist Novoselic, participan en este documental, cuya productora ejecutiva es la hija del cantante, Frances Bean Cobain.

Imagen del documental, proyectado en Cinesa Camas (Sevilla) el pasado 23 de abril

Más allá de su más que excesivo precio -12 euros- en los cines, merece la pena verlo por la valiosísima recopilación de vídeos caseros y grabaciones de audio de Kurt que se pueden ver y escuchar en la cinta, así como por las cuantiosas imágenes -algunas cedidas por revistas como Rolling Stone- y escritos extraídos de los cuadernos personales del cantante.

Nacido en 1967 en Aberdeen, en Washington (EE.UU), desde pequeño mostró sus dotes como cantante y músico, que atesoran las innumerables fotografías y vídeos familiares. Fue medicado siendo aún un niño por un problema de hiperactividad que le diagnosticaron. Su madre así lo narra en el documental.


Tras el divorcio de sus padres, cambio de domicilio durante su adolescencia en varias ocasiones debido a su complicado carácter. Coqueteó con la marihuana mucho antes de que su grupo se lanzara al estrellato y ya por aquel entonces las depresiones, los estados de angustia y la constante insatisfacción personal le perseguían. Quiso quitarse la vida arrojándose a las vías del tren pero... misterios del destino, el convoy pasó por las vías de al lado y ni siquiera lo rozó. Era aún pronto para marcharse, todavía tenía que dejarnos sus temas.

Quizás, lo mejor del documental es que te descubre la faceta más artística de Kurt, el Cobain pintor. Todos los entrevistados, de cualquier modo, coinciden en afirmar la especial "sensibilidad" de este tipo de Aberdeen, que intentó de hecho suicidarse al enterarse de que Courtney tenía intención de ponerle los cuernos. "No le fui infiel a Kurt, pero sí pensé ponérselos", cuenta la propia viuda en el documental.


Su adicción a la heroína no se pasa por alto en la cinta y son especialmente "dramáticas" las escenas grabadas en el interior de su casa con un Kurt completamente drogado. Se puede ver en ellas también a la pequeña Frances, fruto de su relación con Love, que durante un tiempo no muy largo estuvo alejada de sus progenitores al retirarles las autoridades la custodia por la adicción de ambos a las drogas.

No le gustaban las entrevistas, ni las preguntas incómodas de los periodistas. Habitualmente, eran sus compañeros Krist y Dave los que respondían mientras un maleducado Kurt recostaba su cabeza en la mesa. La cara del periodista no tiene precio...


Especialmente frágil, según cuentan sus allegados en el documental, Cobain se tejió una vida marcada por el éxito y la depresión, los logros y los fracasos, que impregnaron como no podía ser de otra forma las letras de sus canciones. 

Os dejo el trailer del documental, por si os pica la curiosidad:


Y aquí el "unplugged" grabado en los estudios de Sony en Nueva York, en noviembre de 1993. Para mí, de lo mejor de Nirvana...